Vivir en Inglaterra: «Inglaterra te enseña a caerte y volver a levantarte»
Nacho Buen, diplomado en magisterio y profesor de tenis, ha vivido en Liverpool durante dos años.
Nacho estaba a dos asignaturas de terminar la carrera y llevaba 7 años como profesor de tenis en diferentes clubs de la ciudad. No sabía lo que le deparaba el futuro, pero a la incertidumbre le acompañaba un color muy negro cuando decidió dejarlo todo e irse a vivir a Inglaterra.
Se dio cuenta de que lo que quería no era eso e intentó cambiarlo. A día de hoy, asegura que fue una de las mejores decisiones de su vida.
“Me voy a vivir a Inglaterra”. ¿Cuál fue la reacción de tu familia y amigos cuando les diste la noticia?
En primer lugar se lo dije a mi madre y se lo tomó a broma, porque nunca había salido más de una semana de mi ciudad, del país. Al principio no se lo creía, pensaba que era una idea pasajera, pero a medida que se acercaba la fecha no le quedo otra que reaccionar. Y se empezó a asustar. El pajarillo volaba del nido, por decirlo de alguna forma. Así que… entre la pena y la ilusión por ver que estaba haciendo lo que de verdad quería, me apoyó en todo.
Mis amigos me dijeron que estaba loco, yéndome sin nada a lo que agarrarme. Pero sin duda con un “si eso es lo que quieres y lo que crees que es mejor para ti, a por ello”, desde el primer minuto.
¿Qué motivos hicieron que tomases esa decisión?
Llevaba 7 años trabajando de profesor de tenis en Santander, y estaba cerquita de terminar la carrera de Magisterio, donde me había especializado en Lengua Extranjera. Y, que quede entre nosotros… no tenía ni idea de inglés. La especialidad era de todo menos especialidad y tampoco tenía una base previa adecuada. Necesitaba un empuje. Vi una oportunidad buenísima, me atreví e hice las maletas. Básicamente el objetivo era aprender ingles e intentar asentar un poquito mas lo que había estudiado.
¿Por qué Inglaterra? ¿Y por qué concretamente Liverpool?
El motivo principal, como he dicho antes, era el idioma. Estados Unidos, Canadá, Australia… muchos y muy diferentes lugares donde podría aprender inglés. Pero Inglaterra se convierte en la mejor opción cuando hablamos de unos recursos económicos limitados. Está a tiro de piedra, la inversión inicial, simplemente teniendo en cuenta los vuelos, es mínima, y esto te da mayor tranquilidad en caso de tener que regresar.
Me decanté por Liverpool… básicamente por lo mismo pero en menor escala. Tenia mas opciones en mente, otras pequeñas ciudades como Manchester o Leeds, pero teniendo en cuenta siempre los precios, Liverpool salía ganando. Buscaba precios bajos, y esta se trata de una de las ciudades más ‘asequibles’. Una ciudad pequeña que, para los amantes de la música es un regalo. Que fuese la cuna de los Beatles, del rock y de toda la música pop… era un aliciente más.
¿Qué te faltaba en España que creías que te iba a dar Inglaterra? ¿Te lo acabó dando?
Me lo acabó dando, sin ninguna duda. En primer lugar, como he explicado antes, llevaba 7 años dando clases de tenis, tenía ofertas de trabajo aquí pero me sentía estancado. Siete años dando las mismas clases, a los mismos niveles, en los mismos sitios. Sentía que no avanzaba. Tenía 23 años y necesitaba un cambio.
Y dirás, puedes irte a Italia, a Francia… donde la cultura o el clima pueden ser similares. Pero yo tenía claro lo del idioma, era mi objetivo, y al decantarme por Inglaterra me encontré con una cultura y un estilo de vida diferentes, con personas que he conocido allí y cosas que he hecho, que considero que España nunca me lo hubiese dado. Así que si, estoy muy contento de haber tomado esa decisión y de haber vivido este tiempo allí.
¿Cómo fue tu adaptación al país? ¿Es un país muy diferente a España?
Si, es muy diferente. Y muchas veces, a mejor. La gente no tiene tantos… prejuicios. Obviamente, el proceso de adaptación siempre es difícil, y más cuando no te vas de vacaciones, te vas a vivir. Y sin controlar el idioma… lo cual se convierte en el principal problema. Llegas allí, con tus pequeños conocimientos de inglés, te bajas del avión, y te das cuenta de que ‘pequeños’ es una palabra muy grande. Te encuentras un muro gigante delante de ti. Y lo saltas, lo tiras o haces un agujero pero lo tienes que pasar. Porque si no ahí te quedas. Te centras en conocer gente inglesa, buscar casa… hasta que empiezas a soltarte con el inglés.
Para mi, fue sin duda lo más duro. Al fin y al cabo a un estilo de vida diferente de puedes adaptar. A sus horarios, su manera de hacer las cosas, sus costumbres… te adaptas. Fue el idioma lo que lo hizo todo más complicado.
¿Te fue difícil encontrar trabajo?
La verdad es que si. Al costarme mucho el idioma, de primeras me resultó difícil. Soy una persona muy alegre y extrovertida, con un carácter muy abierto, pero al no controlar el idioma, eso desaparecía en mi personalidad. La falta de soltura con la nueva lengua hace que no seas tú mismo, te conviertes en una persona diferente. No diferente, siempre vas a ser quién eres, pero de cara a las personas de ese país, no eres capaz de mostrarles tu verdadera personalidad, no consigues conectar con ellos como te gustaría.
Entonces tú vas a una entrevista e intentas, pese a tu nivel de ingles, mostrarles tu mejor cara. Haces gala de todo tu positivismo interior y aún así, no llegas. Al menos en mi caso. Y era difícil. Llegar a casa con la sensación de no haber logrado conectar… Esto ocurre al principio, a medida que van pasando las semanas, que te vas relacionando más con ingleses, que vas practicando más… tus sensaciones van a mejor hasta que finalmente, si te has seguido esforzando, encuentras un trabajo.
Con el paso del tiempo, este proceso no es ni la mitad de complicado. Pude cambiar de trabajo sin dificultad… Todo es adaptarse. Y aunque cueste, lo que aprendes por el camino no tiene precio.
Una vez te estableciste… ¿Cómo fue tu día a día?
Es habitual encontrarse a españoles trabajando en hostelería en Inglaterra, y en demasiadas ocasiones en condiciones precarias, aprovechándose un poco de nuestra situación. Pasé por eso en mis inicios y aprendí mucho de ello. Y es que hay que sacar un aprendizaje de todas y cada una de las experiencias que vivas.
Finalmente logré una estabilidad. Encontré ese equilibrio que tanta falta hace cuando estás allí y parece que los contras se llevan a los pros por delante.
Estaba trabajando en un club de tenis donde me lo ponían todo increíblemente fácil para que creciese como profesor y donde me hacían sentir como en casa. Me sentía muy valorado y había encontrado mi sitio.
También trabajaba en un pequeño y muy especial restaurante del centro, donde desde el primer día se portaron genial conmigo.
Por otro lado, el ambiente en mi casa era estupendo, pese a vivir con españoles y limitar así un poco mi aprendizaje de inglés, posiblemente diese con los cinco mejores españoles de Liverpool.
¿Qué aprendizaje te llevas de esta experiencia?
De esta experiencia me llevo… todo. Podría decirse que he aprendido a vivir, sí. Desde luego a vivir por mí mismo. Porque aquí, bajo el ala de mamá, se vive muy cómodo y muy bien… Y cuando me fui, necesitaba aprender a vivir. No puedo estar toda la vida metido en una jaulita entre algodones. Y es por ello que al marcharme recibí muchos golpes, pero es una de las cosas que más me han ayudado en mi experiencia en Liverpool. He aprendido a caerme y a levantarme, y a caerme y caerme y caerme… e increíblemente volver a levantarme. Y te haces duro, pero es muy bueno, muy positivo, sobretodo ahora viéndolo con otra perspectiva.
Personalmente, habrá a quien no le suene bien, pero… estoy muy orgulloso de mí mismo, de lo que he conseguido partiendo de cero. Quizá porque las cosas que realmente cuestan son las que mas merecen la pena después, pero así es. Me siento muy satisfecho y muy contento por lo que he hecho, de cómo de nada he ido subiendo poquito a poco, creándome una pequeña vida allí…
Es curioso, me cuesta decir la palabra ‘vida’, porque realmente, después de dos años viviendo allí, nunca he llegado a pensar que era mi vida… aunque lo haya sido. Nunca he llegado a verlo como una vida a largo plazo, una situación en la que me gustaría vivir para siempre.
Como aprendizaje, por supuesto, convivir en un país extranjero resulta muy enriquecedor. Descubrir un estilo de vida diferente, otras costumbres… Abrir los ojos. Convivir con una cultura muy fría en muchas ocasiones, pero muy cálida muchas otras. Me llevo algunas cositas malas, y otras muchas muy buenas. Se trata de buscar un equilibrio.
¿Te sentiste cómodo como inmigrante en Inglaterra?
Sí, siempre me he sentido cómodo. No sé si en otras ciudades de Inglaterra me hubiese sentido discriminado, sobretodo ahora en un momento en el que las cosas cada vez están más difíciles y en el que tantos españoles están buscando un hueco en el país. Del mismo modo que en España puedes escuchar quejas, ellos pueden hacerlo. Y quizá no tanto por el hecho de que, en mi opinión, a base de esfuerzo, estemos ‘quitándoles’ el trabajo, si no también por el eterno debate sobre los ‘beneficts’, un tema que está a la orden del día.
Personalmente, en el tiempo que he estado allí, nunca he recibido una mala contestación o una mala cara por ser de otro país. Nunca me he sentido ni me han hecho sentir mal por ser extranjero. De hecho, considero que es una de las cosas que hacen mejor que nosotros. Y es que aceptan muy bien la diversidad. Son muy respetuosos y se dejan los prejuicios en casa antes de salir.
¿Qué fue lo que te llevó a tomar la decisión de volver?
Pese a la buena situación en la que me encontraba, personal y laboralmente, y aún con mi característica felicidad constante, algo fallaba. No terminé de acostumbrarme al estilo de vida de Inglaterra, o de Liverpool. Creo que aunque a día de hoy, te ofrece infinitamente más salidas que España, su ritmo llega a consumirte un poco.
Trabajas muy duro para poder vivir allí, y a cambio la calidad de vida que te ofrece no es proporcional a tu esfuerzo.
Puedes ganar mucho dinero. Pero necesitaba algo mas… e Inglaterra no me lo daba.
¿Lo mejor?
La gente que he conocido. Me llevo muy buenos recuerdos. Españoles, ingleses, personas de todo tipo de nacionalidades… Aunque hayan sido unos minutos, hay gente que han marcado un poquito mi camino. Y posiblemente, si juntamos todos los pedacitos que me han regalado cada una de esas personas, eso seria lo mejor de mi experiencia.
¿Y lo peor?
El inicio. Sin duda. Perdí mucho. Me costó mucho adaptarme y como consecuencia perdí mucho.
Finalmente, tras tu aventura en Inglaterra, has vuelto a España. ¿Estás satisfecho con tu decisión?
No me hubiese importado quedarme. Como he dicho, creo que estaba en mi mejor momento. Había prosperado y me sentía muy cómodo. Pero pese a todo esto, volverme pesó más. Necesitaba un descanso, desconectar.
¿Volverás a Inglaterra a vivir o te quedarás en España?
No lo sé. Ahora siempre va a ser una opción. Liverpool ya es un trocito de mi. Es mi pequeña ciudad. Y volver sé que voy a volver, aunque sea de visita.
¿A vivir? No lo sé. ¿Quedarme en España? Tampoco lo sé.
Ahora mismo estoy recargando pilas, rodeándome de los míos. Tomándome un respiro.
Carmen Mantecón
¡Hola! Soy Carmen, la chica que está detrás de esta página. ¡Mil gracias por leerme! Si te ha gustado no dudes en dejarme un comentario por aquí abajo... ¡Estaré encantada de saber de ti! Este blog nace de mi pasión por los viajes, y es que hace ya tiempo que descubrí mi propia fórmula de la felicidad: ¡viajar! Desde entonces, lo hago siempre que puedo, y aquí encontraréis algunos consejos y experiencias sobre mis aventuras. ¡Bienvenidxs!
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