Bangkok
Unos días en Bangkok no dejan indiferente a nadie.
A esta ciudad, o la amas o la odias, que suele ser lo que pasa con las mejores cosas de la vida.
Creo que si tuviese que definirla con un solo adjetivo, este sería CAOS. Un caos controlado eso sí. Después no terminaría: tradicional pero futurista, enigmática y desafiante, amable, desenfrenada, apacible…
Lo cierto es que en la capital tailandesa pasas del amor al odio casi sin querer. Esa mezcla entre la Bangkok antigua y la ostentosa, rica y nueva metrópolis, con sus rascacielos imponentes, centros comerciales y modernos transportes.
Bangkok tiene para todos los gustos. Puedes perderte por sus calles y tropezar con increíbles templos en cada esquina, dejarte llevar por Khao San Road, recorrer sus mercados y volverte loco regateando para después vivir momentos de paz absoluta en cualquiera de los parques de la ciudad y maravillarte con su rutina. Sufrir el desenfreno del tuk tuk y combinarlo con un paseo en el Skytrain. Subir de punta en blanco al Sirocco en busca de las más impresionantes vistas… o llegar hasta el último nivel del Golden Mountain y disfrutar de ellas desde otra perspectiva.
Unos ratos quedarte absorto por su belleza. Otros no soportar su tráfico, ruido, contaminación, olor… Y creo que es justo esa constante mezcla, casi por casualidad, lo que la hace especial.
Una ciudad donde vuelves a ser pequeño: todo te sorprende, apenas entiendes lo que te dicen, y por supuesto… ¡No te atreves a cruzar la calle!
Bangkok… hay que vivirlo.
Carmen Mantecón
¡Hola! Soy Carmen, la chica que está detrás de esta página. ¡Mil gracias por leerme! Si te ha gustado no dudes en dejarme un comentario por aquí abajo... ¡Estaré encantada de saber de ti! Este blog nace de mi pasión por los viajes, y es que hace ya tiempo que descubrí mi propia fórmula de la felicidad: ¡viajar! Desde entonces, lo hago siempre que puedo, y aquí encontraréis algunos consejos y experiencias sobre mis aventuras. ¡Bienvenidxs!
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